De los «No hay camareros» a los super héroes de pantalón negro y camisa blanca.

El profesional de sala vive en la actualidad el mejor momento de su historia desde el boom del turismo en la Costa del Sol, una España de los sesenta donde bares, restaurantes y hoteles de Torremolinos se llenaban en las temporadas de camareros de sala que venían a echar el resto y formarse llegando a salarios importantes, en las plantillas los compañeros se llamaban con los nombres de los pueblos de donde eran nativos. En la actualidad la carencia de personal cualificado ha creado una atmósfera propicia para que los de siempre, los de pantalón negro y camisa blanca tengan un muy buen momento y sean objeto de grandes ofertas laborales.

El profesional de sala ha acaparado todas las miradas de los propietarios de los locales donde trabajan, la no existencia de relevo generacional con jóvenes que aspiren a trabajar en la hostelería uyendo a otros oficios mejor remunerados en la relación salario-ocio ha hecho que empresas del sector enciendan la luz roja a la fuga de talento, después vendrá la contratación de nuevos fichajes, pero sin una plantilla estable y comprometida no se va a conseguir gran cosa. Mantener a tu personal en las mejores condiciones añadiendo a la nómina valores, compromiso y mucho corazón, esto junto a mejorar la eterna asignatura pendiente en la hostelería de conciliar la vida personal con la laboral.

Estoy viendo desde principioS de año personal feliz, ambientes de trabajo sanos y la sensación de que muchos llevan tatuada la frase «no admito ofertas, estoy muy bien donde estoy», no todo es dinero. Plantillas solventes de locales que estan a tope con horarios de cocina y sala preestablecidos y muy bien transmitido a su clientela, he visto como camareros entran a la mesa con una sonrisa y ganas de agradar, esto dice mucho y bueno del NO HAY CAMAREROS.

No se en qué momento se decidió hacer público el «NO HAY CAMAREROS» en todos los medios, apuntar en el mapa a un destino turístico para disfrutar de tus vacaciones, estar todo un año trabajando para poder irte de descanso una semana y que te lo pongan todo por delante, el titular NO HAY CAMAREROS no nos da solvencia frente a otros destinos que estan mejor atendidos que el nuestro y más baratos.

HÉROES DE PANTALÓN NEGRO Y CAMISA BLANCA

Las reseñas negativas donde se apunta directamente al camarero es algo en extinción, a la imagen del camarero machacado le quedan dos telediarios. Los tiempos que vienen, si queremos tener nuestros locales llenos tiene un camino que está ya en marcha y es imparable, sólo tienes que visitar los bares, restaurantes y hoteles de éxito, encontraras detrás una plantilla motivada, unificada, solvente y formada por personas, de eso hablamos hoy, de personas. No caben las faltas de respeto, los desplantes y los cortes que da el amo al lacayo, el cliente ha evolucionado en la gastronomía de una manera atómica y la buena relación con el servicio es parte de la experiencia, hacer sentir bien al camarero es lo que hoy se lleva, gracias.

LA SONRISA DEL CAMARERO LLENA LOS DESTINOS TURÍSTICOS DE MODA.

Invertir en decoración, producto, vajilla, etc… y personas, no existe mejor feedback de tu local que la inversión en las personas que lo componen. Llegar a sentir a tu empleado con ganas de sonreir al cliente es tu mejor recompensa y esa sonrisa te llena el local.

Un cliente que se va por precio volverá por el servicio, pero un cliente que se va por el servicio no volverá por ningún precio.

Un puesto vacante de ayudante de camarero en un establecimiento es algo inalcanzable si haces la comparativa de puestos similares en otros oficios. Un camarero debe tener nociones de trabajo con PDA, conocer con cierta exactitud los alérgenos en los alimentos, debe saber sobre PRL (Prevención de Riesgos Laborales), entender las normas básicas de protocolo y dress code, sobre normativa de seguridad, datos… Una vez que te acercas a este conocimiento viene lo mejor, se requiere Inglés fluido y disponibilidad para trabajar mientras otros se divierten. La formación es la única salida para aspirar al gran servicio en establecimientos de renombre, esto unido a esa nómina en la que entran emociones, sentimientos y sentirse valorado hacen el resto. El dinero es importante pero no lo es todo.

La sala está de moda, el camarero de toda la vida tiene nombre y apellidos y los grandes empresarios apuestan por las personas. Gracias a aquellos que en su día han decidido hacer público el NO HAY CAMAREROS.

Luis Manoja

Director Réchaud, Hospitality Service School